DIA 13: 19 de setembre
Els va agradar la idea ahir als meus alumnes, el repte, el darrer que resoldran. Avui, en canvi, he començat la classe llegint-los un poema de Jorge Tellier, aquest:
El día del fin del mundo
será limpio y ordenado
como el cuaderno
del mejor alumno del curso.
El borracho del pueblo
dormirá en una zanja,
el tren expreso pasará
sin detenerse en la estación
y la banda del regimiento
ensayará infinitamente
la marcha que toca hace veinte años en la plaza.
Sólo que algunos niños
dejarán sus volantines enredados
en los alambres telefónicos
para volver llorando a sus casas
sin saber qué decir a sus madres,
y yo grabaré mis iniciales
en la corteza de un tilo
sabiendo que eso no sirve para nada.
Los amigos jugarán fútbol
en el potrero de las afueras.
Los evangélicos saldrán a cantar a las esquinas.
La anciana loca paseará con quitasol.
Y yo diré para mí mismo: ‘El mundo no puede terminar
porque las palomas y los gorriones
siguen peleando por la avena en el patio’.
(Poemas del país de nunca jamás, 1963)
Els ha sobtat que així d’entrada em posés a llegir versos, són tan científics... Però han escoltat atentament, i sense preguntar-me res s’han posat a treballar com cada dia.
Mentre ells treballen, escric aquí i torno a llegir el poema, ara en silenci. Així no tinc tanta por ni em sento tan sola.
*
será limpio y ordenado
como el cuaderno
del mejor alumno del curso.
El borracho del pueblo
dormirá en una zanja,
el tren expreso pasará
sin detenerse en la estación
y la banda del regimiento
ensayará infinitamente
la marcha que toca hace veinte años en la plaza.
Sólo que algunos niños
dejarán sus volantines enredados
en los alambres telefónicos
para volver llorando a sus casas
sin saber qué decir a sus madres,
y yo grabaré mis iniciales
en la corteza de un tilo
sabiendo que eso no sirve para nada.
Los amigos jugarán fútbol
en el potrero de las afueras.
Los evangélicos saldrán a cantar a las esquinas.
La anciana loca paseará con quitasol.
Y yo diré para mí mismo: ‘El mundo no puede terminar
porque las palomas y los gorriones
siguen peleando por la avena en el patio’.
(Poemas del país de nunca jamás, 1963)
Els ha sobtat que així d’entrada em posés a llegir versos, són tan científics... Però han escoltat atentament, i sense preguntar-me res s’han posat a treballar com cada dia.
Mentre ells treballen, escric aquí i torno a llegir el poema, ara en silenci. Així no tinc tanta por ni em sento tan sola.
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